¿El nombre?
Segundo no es un número de orden, tampoco una medida de tiempo. Segundo era mi gato. Era, sí, porque hace tiempo que se fue (muchos segundos).
Cuando llegó a la familia apenas tenía unos días. Le costó un mundo salir adelante, hubo quien lo sentenció desde el principio: "este gato no llegará a pollero", dijeron. Pero él, con ese afán que tienen los gatos de salirse con la suya y con esa fuerte personalidad que les caracteriza, no sólo se "llegó a pollero", sino que se convirtió en un magnífico ejemplar. Juguetón, con un fabuloso pelaje blanco con manchas anaranjadas y, sobretodo, un animal muy muy curioso.
También la curiosidad es una de mis características y por eso, haciendo un homenaje a una de mis mascotas más queridas, he decidido dar su nombre a este espacio.
Espacio que aún no sé muy bien porqué o para qué se crea, pero que según vayan pasando los días iré viendo cómo se nutre de ideas, reflexiones... o lo que sea.
Bienvenid@ y gracias por leerlo.
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